Con aquella mirada hetecrómica
consiguió derretir el hielo que se había instalado en el corazón
de la chica que tenía frente a él pues la magia de sus ojos era
más fuerte que cualquier hechizo creado por el mejor brujo o
demonio de la Tierra.
Dominic consiguió lo que nadie:
devolverle la esperanza a la mujer que la había perdido.
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